Cafeomancia


Decimos que la lectura de la borra del café es un arte milenario practicado en Oriente Medio, en países como Siria, Líbano y Turquía, donde su utilización es común.
Este arte llega a América a principios del siglo XX, cuando comienza la inmigración de estos pueblos, provocada por las permanentes guerras, conflictos y hambrunas que se padecían por esos tiempos.
Aquí, las mujeres que llegaron de Oriente Medio practicaban la lectura primero en forma privada. Pero luego algunas de ellas lo hicieron como medio para ganarse la vida.
En sus países de origen es común ver en cualquier reunión familiar o de amigos, luego de tomar la tradicional taza de café, que una de las personas que integra el grupo (mas frecuentemente las mujeres) lea la borra de la taza y el plato de cada uno de los integrantes de la rueda.
Hay una historia de cómo nació este arte. Se dice que una de las mujeres de un sultán que poseía el don de la clarividencia comenzó con esta práctica como si fuera un juego hace ya más de dos mil años. Se cree que fue para pasar los largos días de ocio en compañia de las otras concubinas practicando y enseñando a éstas la lectura de la borra del café que ella había ideado.
Se dice que en las caravanas del desierto, por las noches, al calor del fuego encendido en los alrededores de las tiendas, los beduinos no sólo entraban en calor con una humeante taza de café, sino que leían en la borra lo que les iba a suceder en esa travesía, práctica que hoy se sigue llevando a cabo, en todas las clases sociales, por ser pueblos que guardan celosamente sus tradiciones.
Prácticamente no hay documentos escritos sobre este arte, sabemos que se transmitía de boca en boca, especialmente de madres a hijas.
La adivinación por medio de la borra del café es una mancia, si está ejecutada por personas idóneas, ya que intervienen en ella fenómenos parapsicológicos, como intuición y precognición. Esto hace que el que interpreta pueda confirmar sus dichos a través de sus vivencias personales y poniendo en práctica todo lo que tenga que ver con el conocimiento científico.
La persona que lee la borra del café debe tener en cuenta las siguientes premisas, que no se pueden obviar:
  • Hay que tener un buen manejo de la meditación para poder recibir el mensaje esotérico. Es decir, lo que ve y siente con respecto a los dibujos o formas que han aparecido tanto en el pocillo como en el plato.
  • Como sabemos de antemano cuándo vamos a realizar una consulta, debemos evitar algunas horas antes hacer tareas o asistir a compromisos en los que la frivolidad predomine, para así poder tener un mejor estado de concentración en el momento de llevar a cabo esta práctica.
  • El lugar en el que se va a realizar la consulta debe tener una luz tenue pero clara. Nada de ruidos ni música que pueda provocarnos una distracción. Que no haya otra persona más que el técnico y el consultante.
  • Esto es algo serio, para nada un juego o diversión. Hecho de esta manera, nos dará la respuesta deseada o la que se condiga con la realidad del diario acontecer. Sólo se puede realizar una vez por día con cada persona.
  • No es aconsejable practicar este arte con personas con las que nos unan relaciones familiares o afectivas que nos puedan perjudicar al hacer una predicción. Es preferible que sean personas a las que vemos por primera vez. Tampoco recibir información acerca de futuros consultantes de parte de las personas que puedan haberlas recomendado.
Cómo puede ser que haciendo girar una taza en la que se encuentran restos de café podamos ver el destino de las personas?
Parece sencillo pero no lo es. El ser humano emite radiaciones. Ondas positivas y negativas que quedan en todo lo que toca. Esto se comprueba cuando el consultante hace girar el pocillo y deja allí su energíam la que hace a la formaciòn de las figuras que luego deberemos interpretar. Ese es el motivo por el cual podemos leer lo que nos dicen las huellas que se encuentran en el interior del pocillo y del plato.

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